
Repartiendo
Cafés.
La opinión dominical BdD.
Domingo 18 Ene
Num. 5
Y.G.P.
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Esta semana nos levantamos con una polemica, made in Podemos, ocasionada por Begoña Gutiérrez, secretaria provincial de podemos en Sevilla. En una entrevista en el periódico El Mundo, a la pregunta del periodista Juan Manuel Vega acerca de la hipotética prohibición de la Semana Santa si Podemos gobernase en Andalucía, la secretaría respondió que "si gobernásemos y se plantea quitar la Semana Santa, los ciudadanos decidirán".
La polémica estaba servida. Analistas políticos, fervientes defensores de la Semana Santa y tertulianos de radio y tele, pronto se lanzaron a comentar las desafortunadas, por innecesarias, declaraciones. Al igual de rápido, miembros de Podemos se encargaron de sacar a sendos costaleros que había en sus filas para contrarrestar las enfervorecidas críticas de "semanasanteros" y opositores acérrimos de este nuevo partido.
No voy a entrar en el tema que subyace, acerca del protagonismo que tiene la religión católica en nuestro supuesto país aconfesional, ni tampoco voy a analizar las declaraciones de la secretaria provincial de Podemos. Muchos de ellos son novatos y comentarán errores de comunicación como este.
Lo que sí que quiero analizar es la cantinela, que bien aprendida tienen todos los miembros de Podemos al estilo de argumentario ideológico de los partidos de la vieja guardia, y que dice algo como: Será lo que diga la gente, es el pueblo el que tiene el poder, o como encontramos en la respuesta de Begoña " los ciudadanos decidirán"
Quizá en España sea necesaria una mejor praxis democrática. Los procesos refrendarios son muy comunes en democracias tan longevas como la estadounidense. Como dato revelador, fueron los ciudadanos californianos quienes aceptaron por referéndum la inversión gubernamental en la obras de reconversión del ferrocarril en pro de la alta velocidad. Actualmente en España, que los ciudadanos tuviésemos el poder de dar vía libre a la cuestionable, por excesiva, inversión económica en nuestro Ave, sería impensable. Así que, les acepto el eslogan, democracia no es solo votar cada cuatro años. Sin embargo quiero lanzarles una reflexión y una petición.
Es muy fácil y sencillo lanzar mensajes e iniciativas encaminadas a empoderar a una sociedad muy empobrecida y falta de defensas económico-anímicas que le permita cuestionar las propuestas del mejor vendedor que llama a su puerta con la mejor de las ofertas del mercado. Es muy irresponsable obviar en el mensaje, el marco de deberes, leyes y justicia en el que mundial, continental y nacionalmente vivimos y centrase únicamente en los infinitos derechos que supuestamente poseemos. Repito, es muy fácil.
Y lo segundo, la petición. Tengo que decir que como ciudadano con derecho al voto quiero pedir a Podemos que se posicionen, que tomen partido. Como ciudadano, quiero saber ¿Cuál va a ser la propuesta de Podemos en las negociaciones? ¿En qué parte de la pregunta se van a posicionar en los referéndums? ¿De qué políticas van a intentar convencerme para que el país evolucione?
Posiciónense. Franqueza y valentía. Abandonen los eslóganes repetitivos y el argumentario facilón que tan agradable suena para quienes lo están pasando mal. Dejen el detenido cuidado con el que están cocinando su muy confitado y meridianamente opaco soufflé. Arriésguense, abran el horno, pasen la receta. Si no lo hacen, la esponjosidad que ahora tiene el soufflé, puede convertirse es un simple bizcocho reseco.
Pablo Iglesias, necesito respuestas.
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